Johanna, naturaleza inquisitiva

Isleña, criada en medio de un risco, se levantaba para encontrar a sus abuelos bebiendo café y desgranando gandules al amanecer, una tarea silenciosa en la que los ayudaba a menudo mientras disfrutaban del sonar del nuevo día despertándose a la vida.

En sus años de preadolescencia, ayudaba a su padrino en sus quehaceres arreglando cosas por las casas, solo porque era curiosa se ganó el puesto, lo cual fomentó su actitud de buena estudiante temprano.

Ahora, como analista de sistemas de bases de datos investiga, identifica errores y halla la forma de reparar las programaciones para una institución prominente en la isla. Y así, después de recordar esos días de su niñez, el presente se alza más bizarro que nunca.

“Hoy es domingo, 4 de octubre de 2020, así que no hay nada típico en mis días desde hace meses.”

En un día tranquilo, si se levanta antes que su pareja, ella se deleita leyendo algún libro en su tableta. Esta actividad le ayuda a pausar un tanto, poniendo un alto a sus pensamientos errantes (no es raro que se encuentre leyendo el mismo pasaje repetidas veces porque su mente vaga por otros lares).

En un día de trabajo, se viste y va a trabajar, ya sea en el tráfico hasta la oficina de turno o de forma remota desde casa, a pesar del 2020, al igual que antes. Allí, ella es la persona a la que todos acuden. Sabe la respuesta o te encamina a ella. Su amor y facilidad por los sistemas y los datos sale de su naturaleza incansable por dilucidar las cosas. Para ella es raro entender por qué le inspira tanta confianza a las personas que le cuentan cosas y le traen dilemas con naturalidad, algo que puede resultar algo pesado a veces. Pero en el trabajo, ha apalancado esa confianza convirtiéndose en el primer eslabón de la cadena para coordinar su equipo exitosamente. Encuentra que sus relaciones en el trabajo funcionan bien, porque puede delegar para obtener el apoyo necesario y levantar bandera cuando las cosas no van como deberían.

Sus colegas confían en su conocimiento y capacidad para generar acción en el trabajo, pero en su vida personal su superpoder se manifiesta en un color más cálido.

Desde niña, su habilidad para escuchar estaba atada a su esencia, como resultado la bondad y la lealtad tienen un lugar importante en su perspectiva. Ella disfruta compartir con personas de mente abierta que pueden tener tanto una conversación jocosa como una intensa. Siempre que la familia pasa un trago amargo, ella encuentra su fuerza, sale al paso, mantiene la calma y ayuda. Sin embargo, aunque se enorgullece de ser así, prefiere mantener lo suyo al margen.

“Soy una loba solitaria en medio de un mundo lleno de gente.”

Si volteamos la moneda, cuando ella no es la que está escuchando, le es difícil permitir que alguien entre. Reconocer cuando necesita ayuda o un oído confiable, no llega fácil. Al encontrarse contrariada, entra la frustración a lo que ella cataloga como su mente obstinada, y debe recordarse a sí misma que habrá un estallido desagradable en algún momento. Sabe que no puede aguantárselo todo.

Tengo la dicha de tener a alguien a mi lado que sabe cuándo me pasa algo. Alguien que me ayuda a analizar y encontrar una solución.”

Es curioso cuando lo que le ofrecemos al mundo, es la cosa que más nos hace falta recibir. Entender dónde estamos, es clave para abrir la puerta a ser lo que queremos y podemos ser. Con eso en mente, Johanna se ha enfocado en su bienestar y autoaceptación en los últimos años. Ocuparse de cosas primordiales como su forma de alimentarse, pasar, como ella dice, por «la tortura de los frenos» ortodónticos por dos años o mantener bajo control sus alergias, se convirtió en el punto de inicio de su travesía de autocuidado. Al tratar de entendernos y nutrir todo lo que nos hace ser nosotros, podemos comenzar a caminar por el trayecto que lleva a donde queremos llegar.

Este año, como muchos de nosotros, tenía muchos planes. Planes que se tradujeron en una serie de aplazamientos, desde tatuarse nuevamente, viajar por Europa, visitar a su joven sobrino y primos, y hasta comprar una casa, entre otras cosas, a estar estancados en lo que parece una burbuja temporal. Ha luchado en esta era de contacto y movimiento limitados planificando aún más, cambiando prioridades y enfocándose en cosas cotidianas como cocinar nuevos platos. Cambiar el orden de los ingredientes y pasos perfeccionando una receta inventada nunca ha sido más divertido.

Hablando de comida, empleando el método MoSCoW, descubrió que poder hacer BBQ es indispensable en su vida. Desde entonces, ha indagado un sinnúmero de ideas para hacer BBQ dentro y fuera de la casa como parte de su proyecto favorito actual: la configuración de su casa de ensueño.

Para tener un lugar donde recibir al menos a cuatro invitados a la vez, también quiere hallar camas literas apropiadas tanto para niños como adultos.

Sueña con una ubicación rodeada de vegetación para volver a despertarse con los sonidos de la naturaleza, así enfoca su energía en este experimento sube nota. Hacer que algo sea funcional y eficiente alimenta su hambre de conocimiento y preparación.

Además, la meta al final es ser autosuficiente ecológicamente. Como amante de la arquitectura desde su época de escuela superior, con preparación académica como geógrafa y habiendo trabajado profesionalmente en las industrias de datos de salud y finanzas, Johanna nunca ha perdido la noción de que se es más humano en harmonía con la naturaleza.

“Soy una persona simple: el silencio me hace feliz; la naturaleza me hace feliz.”

Sin importar cuán oscura o enmarañada parezca la vida a veces, mientras sobran ganas de huir de una realidad caótica y nos situamos forzados a mirarnos bien a los propios ojos, es bueno recordar esas verdades insuperables, sean cuales sean, aquellas que nos permiten seguir adelante a pesar de todo.

2 comentarios sobre “Johanna, naturaleza inquisitiva

  1. Pareciera que escuchará mis propias aflicciones solo que a través de otra persona. Increible la naturaleza y razón humana. Quien conocera los propositos de nuestra existencia? No creo que nadie lo sepa. Casualidades de casualidades… Un abrazo, tal vez la vida nos deje reunirnos algun día.

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